Buscar La Verdad Sobre El Cuerpo

Fernández
Director y coreógrafo de L’Explose Danza, Bogotá

¿Qué es la danza para usted y cuál ha sido su experiencia con este arte?

“La danza es una de las expresiones más ancestrales. Es una forma de expresión natural, que cuenta con un componente liberador y sensual, que nos permite transmitir sentimientos a través del cuerpo.

Citaría una frase de la gran coreógrafa Isadora Duncan: "Danzar es sentir, sentir es sufrir, sufrir es amar, usted ama, sufre y siente. Usted danza."

Para mí la danza ha sido un motor, el lenguaje que me ha permitido adentrarme hasta en lo más profundo de mi ser para entender al ser humano. Un camino para hablar de la existencia.”  

¿Cómo ve usted el contexto de la danza en Colombia?

“La danza contemporánea es un arte que está en proceso de construcción a nivel mundial.  Colombia –donde los apoyos son aún más precarios con respecto a países europeos o de América del Norte– no es una excepción. 

También es cierto que poco a poco la danza se ha ido abriendo espacios, tanto a nivel de formación, como de creación y circulación, que permiten pensarla, visibilizarla y posicionarla cada día más. 

Espacios de formación como la ASAB, la Universidad Javeriana o la maestría de artes vivas de la Universidad Nacional; ventanas de exposición como la Bienal de Danza de Cali, el Teatro Mayor, o espacios como la Futilería de Cortocinesis y la Factoría L’Explose en Bogotá, permiten darle un foco y estatus a la danza, logrando que deje de ser una disciplina menor de las artes escénicas, para que pueda tener el mismo relieve que el teatro.” 

¿Cómo se ha enfocado su trabajo en pro de la danza en Colombia?

“En mi trabajo he buscado la verdad del cuerpo para expresar las emociones más profundas del ser humano. Quizás el hecho de llegar a Colombia me permitió acercarme más a mis orígenes, adentrarme en mi cultura, olvidarme un poco de la técnica, para escarbar en lo más profundo de las pasiones. Mis creaciones o puestas en escena no son más que la punta de iceberg de todo un crecimiento personal realmente enriquecedor y satisfactorio al lado de una cultura –la colombiana– que hoy, 22 años después, hace parte de mi ser y no podría separarme de ella aunque lo deseara.”