Enviado por mcitagar el Mié, 01/31/2018 - 11:42
Viena. ¿Qué imagen se le viene a la cabeza? Palacios y teatros, posiblemente. ¿Los Niños Cantores de Viena o los imponentes caballos blancos de la Escuela Española de Equitación que bailan con su jinete encima? Seguramente. Los valses de Strauss, las pinturas de Klimt, la barba blanca de Sigmund Freud, la dinastía de los Habsburgo, Juana la Loca y Felipe el Hermoso… quizá. La deliciosa Sachertorte? Todas, sin embargo, son referencias pasadas, de un pasado que se mantiene intacto y que se conserva en un saludable bienestar gracias a una buena dosis de naftalina.